Se retrasó alrededor de media hora, pero
valió la pena. La fábrica estaba prácticamente llena, todos
esperando a que Shuarma hiciese acto de presencia.
Y empezó
entonando La única opción.
En un formato acústico delicioso y un directo perfecto, Shuarma no dejó
indiferente a nadie, ni siquiera a los más escépticos. Como también a aquellos
que apenas lo habían escuchado. No es el mismo que acostumbramos a ver en
videoclips. En el escenario, su música nos hipnotiza y su humor nos conquista.
Fue un concierto estupendo, entrañable, de los que te dejan un dulce sabor de
boca.
"Y me iré solo por el callejón, escondiéndome de los demás. Quizás nadie me vea correr" |
En mi rinconcito de la sala supe canturrear, por lo bajín, casi todas sus canciones. Me quedo con la sensación de escuchar Por verte pasar que, aunque no la conocía, me puso la piel de gallina. Ya en casa descubrí que pertenece a la época de Elefantes. “Déjame ser quien te cuide. Déjame hacerte soñar…” Letras claras, mensajes concisos y un arranque en su voz lleno de energía. Incluso me recordó al mismísimo Rafael cuando entonó Piedad.
"Rumbo a ninguna parte, más que a nuestra ilusión, rumbo a esa zona oscura, donde escondemos el corazón" |
Impresionante su versión de Billie Jean, de Michael
Jackson, en un acústico tan sumamente diferente a la versión original, que
resultó ser un regalo a los oídos. Despierta, La felicidad, Otra ráfaga de luz… Me hubiera
encantando escuchar también Te
esperaré, y aún mejor
acompañado de Susu, pero supongo que era pedir mucho.
No podía faltar Azul,
con la que cerró el concierto. Y un nudo en la garganta me apretó de repente.
Quizás porque la canción me emocionaba de veras, o quizás porque el concierto tocaba
a su fin, y yo lo sabía.
Me ha encantado la manera de describir esa noche!yo soy una de esas personas que no conocía a Shuarma y que se llevó por otro lado una grata sorpresa al descubrir que su concierto acústico estaba cargado de pasión. Dado a mi actual estado de ánimo....cada tema fue como una lanza directa al corazón y he de confesar que más de una vez se asomaron las lágrimas.
ResponderEliminarFue una noche genial, buena música y sobre todo buena compañía.
Un besitooo.