lunes, 15 de julio de 2013

Viento que sopla en direcciones opuestas



Te pedí que no soltases mi mano y me ignoraste, destrozándome en mil pedazos hasta confundirme con la arena que ambos compartimos. ¿No te das cuenta? Recorremos un mismo sendero, seguimos la misma ruta. Juntos. ¿No es suficiente? Ahora que la soledad nos rodea con su manto apático, te distancias. No se qué habrás utilizado para romper los cimientos que forjaban nuestro pequeño planeta, ahora convertido en polvo. Quizás la culpa fue mía, que traté de retenerte con una cuerda imaginaria. Y atarte no ha servido de nada. A ti no, que eres un alma libre. Por eso escapas de aquí. Porque el viento sopla siempre en direcciones opuestas, y tú buscas aliento en alguna de ellas. Mientras, yo permanezco en una quietud permanente, sin viento y sin aire qué respirar.



No hay comentarios:

Publicar un comentario