jueves, 7 de octubre de 2010

La red social



       Dentro de unos días se estrenará en España “La red social”, de David Fyncher, que trata sobre la creación revolucionaria de Facebook. Y por lo visto será una de las grandes películas del año. Como anillo al dedo la versión de “Creep” como telón de fondo, que aparece en el tráiler.
La verdad es que alguno se tomará a pecho aquella melodía, por todos conocida, de yo quiero tener un millón de amigos… y es que no hay más que ver muchos perfiles que circulan por facebook: 200, 300, 500 amigos… Y yo me pregunto, ¿nos conocemos realmente entre todos? La red social por excelencia tiene grandes ventajas. Una de ellas es llevarte la grata sorpresa de reencontrar antiguos amigos, compañeros de trabajo o estudios… gente que formaba un pedacito de ti pero que permanecieron en el olvido debido a cambios en nuestro modo de vida, y ahora han vuelto. A veces el contacto es únicamente por vía escrita. Dices aquello de “¿para cuando un cafecito?” Y sabes que apenas existen posibilidades de que eso se cumpla, aunque te gustaría. Otra de las ventajas es la información que nos proporciona en ciertos temas, de ocio o culturales, como cine, conciertos, etc.. y todo aquello a lo que dedicamos nuestro escaso tiempo libre.
Pero no podemos olvidarnos de sus inconvenientes, que los hay. Estamos ante un mundo cada vez más tecnológico, cada vez más conectado, y esto nos hace estar más sólos que nunca, sobre todo frente al ordenador. “ 500 amigos y nadie con quien compartir las uvas”… Puede que sea una exageración: no quiere decir que no tengamos con quien compartir nuestras vivencias o aquello que nos preocupa e inquieta, sino que nos volvemos más cómodos en ese sentido, más individualistas.
Internet es un magnífico adelanto, pero también fomenta la soledad del individuo. Cuanto más se involucra el ser humano en las redes sociales, más conciencia tiene de la existencia de una realidad virtual. Y este universo paralelo que creamos es un mundo frío y distante. Un claro ejemplo lo tenemos en la Solidaridad. ¿Cuántas páginas de apoyo a diferentes causas existen en Facebook o en otras plataformas? Todos hemos pinchado en “unirte” “me gusta” en mil historias diferentes mostrando nuestro apoyo. ¿Cuántas causas hemos defendido en nuestra vida cotidiana?
En una sociedad cada vez más cínica, nos preocupamos más por el “Yo” que por el “nosotros”. El ritmo de vida que llevamos, que aumenta la velocidad por momentos, nos hace perder el conocimiento y olvidar lo que de verdad importa, que es nuestra propia esencia. Como se suele decir, estamos tan pendiente de lo que hace el vecino, que no prestamos atención a lo que tenemos delante. Y este modo de vida influye, en muchos casos, en nuestra interacción con los demás, impidiendo disfrutar de relaciones estables. Muchas veces deberíamos pararnos y mirarnos al espejo para poder escuchar a nuestra propia alma.
Hasta hace apenas unos años la familia era un núcleo familiar sólido. Hoy en día este núcleo peligra. Debemos pensar que ha sido nuestra base como individuo, nuestra escuela de sentimientos, donde aprendimos lo que es un beso y el afecto, a ser un poquito más humanos unos con otros. En la actualidad, y varios estudios sociológicos así lo corroboran, la soledad infantil, provocada desgraciadamente por el ritmo laboral de los adultos, es una de las causas del fracaso escolar.
Este individualismo, muy propio de nuestra cultura occidental, vino también generado por la aparición del capitalismo: el “tener” sobre el “ser”, la competición de bienes privados… han generado una sociedad basada en el consumo, ofreciéndonos un escaparate de fácil acceso y necesidades inútiles.
Con todo esto, hago crítica de un mundo que todos hemos hecho posible y del que no me excluyo, porque es el mundo del que también formo parte. Vivimos y respiramos en un mundo real pero ficticio al mismo tiempo, donde nada es lo que parece, donde podemos mostrar nuestro universo tal y como es, o inventarlo si queremos. Pero, ¿cómo cambiarlo? Al fin y al cabo, aunque nos empeñemos en presumir cada vez más de independencia personal, formamos parte de un conjunto, formamos parte de un todo.

viernes, 24 de septiembre de 2010

El secreto de sus ojos

Si no la has visto, no leas estas líneas. Mírala, degústala… y después comparte tu opinión.

       No podía dejar pasar la oportunidad de hablar de una de las mejores películas que he visto últimamente, una de las grandes: El secreto de sus ojos. Juan Jose Campanella, basándose en la novela La pregunta de sus ojos, de Eduardo Sacheri, ha conseguido una obra cinematográfica sublime.  La película mezcla ingeniosamente thriller, drama, historias de amor, y también amistad,  e incluso pizcas cómicas gracias al gran Guillermo Francella.
No voy hacer ningún resumen de la película: quiero que la disfrutéis. Porque es para saborear cada momento, cada detalle sutilmente cuidado.  Por eso, si no la habéis visto aún, Stop! A continuación puede haber alguna pista que rompa el encanto.
 Una estación de tren. Miradas que se encuentran y se despiden. Una melodía delicada, a flor de piel… Así comienza esta bella historia, llena de sentimientos no encontrados, no reconocidos, pero que están ahí y se palpan. Quedé enamorada desde el primer momento de ese juego de miradas entre Benjamín e Irene, con esa expresividad que lo dice todo sin decir nada. Tengo que resaltar  a Soledad Villamil, con su belleza sin artificios, su mirada limpia, serena. Junto con Darín forman un tándem interpretativo perfecto.

Sus miradas se entrecruzaban en el andén, apurando el último aliento hasta agotarse. Quizás fuese la última vez. Quizás no fuese un hasta luego, sino un hasta siempre, en medio de sentimientos encubiertos, protegidos, pero que se delataban sin palabras.

La estación de tren: un lugar de idas y venidas, de reencuentros y despedidas. Aparece en varias ocasiones durante la pelicula: para decir hasta luego, o quizás adios, para abrazarse, emocionarse. O quizás para esperar a alguien que jamás va a aparecer.
Y las miradas vuelven a confluir en las viejas fotografías, recuerdos de una época ya vivida. Ricardo Morales es el marido de Liliana Colotto, una joven que aparece brutalmente asesinada y que constituye el punto de partida de la trama. Benjamín queda inmediatamte fascinado por el amor incondicional de Ricardo a Liliana: “sus ojos llenos de amor puro, un amor sin el desgaste de lo cotidiano, de lo obligatorio”. En aquéllas imágenes en blanco y negro, Benjamín Exposito descubre a Isidoro Gómez, un antiguo amigo de Liliana. Y la imagen le confiesa a un hombre peligrosamente obsesionado por la joven.
Y posteriormente veremos como el mismo Benjamín aparecerá embelesado por una Irene de otra época, en unas imágenes en las que aparecen  juntos. “Mi vida entera es mirar hacia adelante, nunca atrás. No es mi jurisdicción”, Irene a Benjamín.
La historia se ambienta en una de las etapas históricas más oscuras de Argentina. Todo sucede dentro de un entramado de corrupción jurídica, donde lo único importante es colgarse galones. Como Romano, el rival de Benjamín, para el que no existe moral alguna, ni remordimientos. Y los protagonistas deben luchar dentro de un terreno lleno de arenas movedizas. No puedo olvidar dos momentos impactantes de la película, llenos de tensión. Uno de ellos es la escena del interrogatorio que Irene y Benjamín le hacen a Isidoro Gómez, donde la perspicacia de Irene sonsaca a Isidoro algo más que palabras…  Éste protagoniza otro momento de la película en el que tuve que contener la respiración: la escena del ascensor… Sin palabras.

Tengo que decir que no tuve inconveniente en identificar los diferentes cambios temporales de la película, gracias a las caracterizaciones de los protagonistas. Pasado y presente se entrelazan sin dar lugar a confusiones. Y el presente es muy largo: “Han pasado veinticinco años!”,  le reitera Ricardo a Benjamín. De hecho, una de las claves de la película se encuentra en las conversaciones entre Ricardo Morales y Benjamín Expósito. El primero intentando vivir una vida vacía, el segundo anclado en una vida que no le llena.  Todo esto  nos llevara a un final sorprendente y desgarrador, pero totalmente justo. La muerte quizás no sea el peor castigo.




domingo, 19 de septiembre de 2010

Belleza y Placer

Hace unos días terminé de leer El Retrato de Dorian Gray. Os pongo en antecedentes: Dorian Gray, un guapo y apuesto joven, es retratado por su gran amigo Basil Hallward en la que será su mejor obra. Basil le presenta a Lord Henry Wotton. Rápidamente, Dorian es cautivado por la visión del mundo de Lord Henry, quien opina que lo más importante para un hombre es la belleza y la satisfacción de los sentidos. Por ello, y tras contemplar la obra maestra de Basil, Dorian desea firmemente que su belleza permanezca imperturbable. Lo consigue al comprobar cómo el retrato refleja el paso del tiempo mientras él continúa siendo joven. El cuadro cargará con el peso de su alma, lo que le llevará a una espiral de lujuria y actos poco morales.

Y yo me pregunto, ¿no es cierto que a  día de hoy, y en el mundo en que vivimos, el ser humano tiene la misma pretensión? O por lo menos, alguno más que otro. Vivimos constantemente en busca de la  felicidad. Y para ello nuestras vías inmediatas son sentirnos bien por dentro y por fuera, es decir, la belleza y la obtención de placer, tanto física como mentalmente. Desde tiempos inmemoriales, la apariencia externa ha sido muy importante y se ha regido por diferentes cánones según la época.


¿Cuál es la esencia de la belleza?

       En la antigüedad, por ejemplo en el Antiguo Egipto, la muerte era el principio, no el fin. Por lo que la preocupación por la belleza ha llegado a ser importante incluso en el lecho final. La imagen del fallecido, así como sus pertenencias, era delicadamente cuidada en el inicio de su viaje. Claro ejemplo es el de los faraones.
Pero esto ha ido cambiando a lo largo de la Historia. Hoy en día, y en la cultura occidental, la muerte es el punto y final. A diferencia del resto de los animales, el ser humano es consciente de su envejecimiento y finalmente, de su muerte. Dada la preocupación que nos produce, intentamos retrasar y disfrazar nuestro aspecto, queriendo conservarnos siempre más jovenes.  El vestuario, peinado, maquillaje y  diferentes cuidados nos han servido para ello. Paralelamente a esto, cada vez en mayor medida, nuestra sociedad nos ofrece una amplia oferta de ocio con la que llenar nuestro tiempo libre. Conscientes del mundo en que vivimos, siempre a toda prisa, necesitamos buscar opciones con las que relajarnos, disfrutar, es decir, obtener placer emocional. Como se suele decir: Carpe Diem, aprovecha el momento.
Hoy en día todo esto ha  ido mucho más lejos. Belleza y Placer, Físico y Alma. En cuanto al aspecto físico, la cirugía estética ha sido una auténtica revolución. Hace no muchos años sólo aquéllos con cierto poder adquisitivo podían recurrir a la misma. Hoy ya no es así, las limitaciones económicas son menos importantes, por no decir de edad.
Antes, la estética de la moda y cine, así como del famoseo vario, nos ofrecía un mundo casi inaccesible. Actualmente todos queremos ser así, y hacemos todo lo posible por conseguirlo. O debería decir, algunos quieren: en mis próximos planes no entran ni aumentos de pecho ni liposucciones que valgan. A veces, esta obsesión por la eterna juventud se vuelve excesiva, poniéndose incluso en contra de uno mismo. Prueba de ello son aquéllos personajes públicos que han hecho de la cirugía estética su adicción. He leído, por ejemplo, que la cantante Cher ha pasado por quirófano más de veinte veces! Incluso algunas actrices pierden papeles importantes debido a la falta de expresividad en sus rostros, producto del  bótox y el bisturí.
¿Y que decir en cuanto a la satisfacción de los sentidos hoy día? El Hedonismo basa su teoría en la búsqueda y obtención de placer como principal objetivo en la vida. En la actualidad, y gracias a los avances que el ser humano ha logrado en todos los ámbitos, tenemos placer, tanto físico como emocional, cuando queremos y como queremos.
Lo que sí es cierto es que a veces el mundo va mucho más rápido que nosotros mismos.  Y en ocasiones, el placer se puede convertir en adicción, intentando suplir una carencia emocional con algo que revolucione nuestros sentidos. A diario vemos en la prensa, TV, etc. como personajes del mundo de la farándula caen en espirales de vicios poco sanos. Lo vemos a edades tempranas: actrices como Lindsay Lohan ó Kirsten Dunst son personajes públicos desde que prácticamente tenían uso de razón y hoy se pasean por los centros de desintoxicación como quien va al gimnasio.
Y es que los tiempos cambian. Podemos comprarnos el look de la nueva temporada, cortarnos el pelo, comenzar clases de yoga... Pero tras toda esa parafernalia, la esencia es la esencia. Lo cierto es que debido a la gran evolución que hemos vivido, la belleza y el placer nos preocupan de modo muy distinto. 

lunes, 13 de septiembre de 2010

¡Que grande Mecano!

       Tras tomar un quiche de verduras a todo tren, llegamos casi corriendo al teatro Caixanova. Puntualísimas. Y allí el esperado musical "Hoy no me puedo levantar" comenzó y superó todas las expectativas, por lo menos las mías. Con una puesta en escena maravillosa y calidad interpretativa, la música de fondo por todos conocida, era la guinda del pastel. Canciones como La fuerza del destino, Mujer contra mujer o Me colé en una fiesta, me hicieron viajar en tiempo y espacio. Qué mítico baile de fin de curso con canciones de Mecano!! Eso sí, no pude evitar las lágrimas con Me cuesta tanto olvidarte...
Entre el elenco interpretativo algunas caras conocidas. En cuanto vi a David Carrillo me acordé de aquel amiguete de Chechu en Médico de Familia. Lo lejos que ha llegado, muy merecidamente por supuesto. El pontevedrés Marcos Rodriguez encarna a Colate, uno de los protagonistas principales. Fué de los actores que más aplausos recibió. De la ilusión de cumplir un sueño a la lenta degradación del personaje queda una actuación brillante. He intentado buscar en internet quién es el actor que interpreta a Mario pero imposible, ni rastro por ninguna parte. De hecho, la página oficial del musical bien se podía actualizar, menudo cacao de actores y actrices que no se corresponden para nada con lo visto la pasada noche.
Matices aparte, queda el recuerdo de una noche maravillosa. Reí más de lo esperado. Y lloré también. De vez en cuando miraba por el rabillo del ojo para ver si a los demás también se le había aflojado el lagrimal. Y conteniendo emociones (conóciéndome no me llegan los pañuelos) disfruté al máximo de una noche memorable. Y tras casi tres horas y media, los actores, actrices, bailarines non han borrado ni un momento de sus rostros las sonrisas, la energía... Eso se transmite al público. ¿Y todo lo que hay detrás? El trabajo en equipo, la coordinación y rápidez. Como se suele decir, esto es en directo, no se puede cortar cuando alguien se equivoca.
Desde luego, no hace falta decir que si tenéis la oportunidad de verlo no os lo penséis, que se acaba ya! Yo me quedo aquí escuchando Vivimos siempre juntos, de Nacho cano... No te sueltes la mano, que el viaje es infinito, y yo cuido que el viento no despeine tu flequillo...

domingo, 12 de septiembre de 2010

Toma de contacto

       ¡Hola a todos! Hoy comienzo esta nueva andadura tecnológica. Quien me ha animado en el tema es todo un experto, a ver que tal se me da a mi. Palabras no me faltan, los que me conocen de cerca bien pueden decir que soy "cotorra" de nacimiento. Así que de este modo, quien quiera que lo lea, y quien no, se libra de que le de el coñazo. Hablaré de mis grandes pasiones: cine, música, literatura.. Nada de temas serios, eso se lo dejamos a los Hombres importantes, que se peleen entre ellos. Y es que el mundo ya es bastante complicado en si mismo, para qué liar más la perdiz. Ahora me voy a preparar, que en un ratillo me voy de musical. Ya os contaré.