domingo, 19 de septiembre de 2010

Belleza y Placer

Hace unos días terminé de leer El Retrato de Dorian Gray. Os pongo en antecedentes: Dorian Gray, un guapo y apuesto joven, es retratado por su gran amigo Basil Hallward en la que será su mejor obra. Basil le presenta a Lord Henry Wotton. Rápidamente, Dorian es cautivado por la visión del mundo de Lord Henry, quien opina que lo más importante para un hombre es la belleza y la satisfacción de los sentidos. Por ello, y tras contemplar la obra maestra de Basil, Dorian desea firmemente que su belleza permanezca imperturbable. Lo consigue al comprobar cómo el retrato refleja el paso del tiempo mientras él continúa siendo joven. El cuadro cargará con el peso de su alma, lo que le llevará a una espiral de lujuria y actos poco morales.

Y yo me pregunto, ¿no es cierto que a  día de hoy, y en el mundo en que vivimos, el ser humano tiene la misma pretensión? O por lo menos, alguno más que otro. Vivimos constantemente en busca de la  felicidad. Y para ello nuestras vías inmediatas son sentirnos bien por dentro y por fuera, es decir, la belleza y la obtención de placer, tanto física como mentalmente. Desde tiempos inmemoriales, la apariencia externa ha sido muy importante y se ha regido por diferentes cánones según la época.


¿Cuál es la esencia de la belleza?

       En la antigüedad, por ejemplo en el Antiguo Egipto, la muerte era el principio, no el fin. Por lo que la preocupación por la belleza ha llegado a ser importante incluso en el lecho final. La imagen del fallecido, así como sus pertenencias, era delicadamente cuidada en el inicio de su viaje. Claro ejemplo es el de los faraones.
Pero esto ha ido cambiando a lo largo de la Historia. Hoy en día, y en la cultura occidental, la muerte es el punto y final. A diferencia del resto de los animales, el ser humano es consciente de su envejecimiento y finalmente, de su muerte. Dada la preocupación que nos produce, intentamos retrasar y disfrazar nuestro aspecto, queriendo conservarnos siempre más jovenes.  El vestuario, peinado, maquillaje y  diferentes cuidados nos han servido para ello. Paralelamente a esto, cada vez en mayor medida, nuestra sociedad nos ofrece una amplia oferta de ocio con la que llenar nuestro tiempo libre. Conscientes del mundo en que vivimos, siempre a toda prisa, necesitamos buscar opciones con las que relajarnos, disfrutar, es decir, obtener placer emocional. Como se suele decir: Carpe Diem, aprovecha el momento.
Hoy en día todo esto ha  ido mucho más lejos. Belleza y Placer, Físico y Alma. En cuanto al aspecto físico, la cirugía estética ha sido una auténtica revolución. Hace no muchos años sólo aquéllos con cierto poder adquisitivo podían recurrir a la misma. Hoy ya no es así, las limitaciones económicas son menos importantes, por no decir de edad.
Antes, la estética de la moda y cine, así como del famoseo vario, nos ofrecía un mundo casi inaccesible. Actualmente todos queremos ser así, y hacemos todo lo posible por conseguirlo. O debería decir, algunos quieren: en mis próximos planes no entran ni aumentos de pecho ni liposucciones que valgan. A veces, esta obsesión por la eterna juventud se vuelve excesiva, poniéndose incluso en contra de uno mismo. Prueba de ello son aquéllos personajes públicos que han hecho de la cirugía estética su adicción. He leído, por ejemplo, que la cantante Cher ha pasado por quirófano más de veinte veces! Incluso algunas actrices pierden papeles importantes debido a la falta de expresividad en sus rostros, producto del  bótox y el bisturí.
¿Y que decir en cuanto a la satisfacción de los sentidos hoy día? El Hedonismo basa su teoría en la búsqueda y obtención de placer como principal objetivo en la vida. En la actualidad, y gracias a los avances que el ser humano ha logrado en todos los ámbitos, tenemos placer, tanto físico como emocional, cuando queremos y como queremos.
Lo que sí es cierto es que a veces el mundo va mucho más rápido que nosotros mismos.  Y en ocasiones, el placer se puede convertir en adicción, intentando suplir una carencia emocional con algo que revolucione nuestros sentidos. A diario vemos en la prensa, TV, etc. como personajes del mundo de la farándula caen en espirales de vicios poco sanos. Lo vemos a edades tempranas: actrices como Lindsay Lohan ó Kirsten Dunst son personajes públicos desde que prácticamente tenían uso de razón y hoy se pasean por los centros de desintoxicación como quien va al gimnasio.
Y es que los tiempos cambian. Podemos comprarnos el look de la nueva temporada, cortarnos el pelo, comenzar clases de yoga... Pero tras toda esa parafernalia, la esencia es la esencia. Lo cierto es que debido a la gran evolución que hemos vivido, la belleza y el placer nos preocupan de modo muy distinto. 

1 comentario:

  1. Me ha encantado!!
    Yo si te haces blogger pofesional soy fan,eh???.
    Bicos guapa y sigue escribiendo así de bien.

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