lunes, 13 de noviembre de 2017

Desierto

La gama cromática
se diluye en el horizonte.
La sospecha inunda el cielo.
El miedo
se propaga a través de la espesura.

Un perro y varios roedores
corren a mi alrededor desorientados.
No sé qué buscan.
Alguien ha borrado
de sus mentes limitadas
la palabra refugio.

Enraizada al suelo espero
a que el gris se disipe
y mis ojos horrorizados contemplan
cómo las lenguas anaranjadas
hambrientas se aproximan.

Mis ojos acuosos ya no verán
ningún arcoíris sobre estas
tierras expropiadas.
El color...
               ¿Qué significa?
Solo queda
un boceto cadavérico.

La escala de grises inventa
la palabra impotencia.
Y yo, de repente,
he aprendido a decir fuego
y llama.
Quemar se convierte en el mantra
que engulle nuestro oxígeno.

La onda expansiva
crea
la palabra asesino
y yo espero.
Espero a borrar todo
este mal sueño
y volver
a mis mundos domésticos.

Pero ya es tarde.
Hemos borrado las palabras
más queridas
y nos hemos encontrado
con muro
llamado silencio.


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