lunes, 9 de septiembre de 2013

Satisfacción, Evasión, Placer.

He de confesarte que la soledad no está tan mal. En ella he descubierto un mundo hasta ahora desconocido. Satisfacción, Evasión, Placer. Mi forma de vida está cambiando, y voy adentrándome cada vez más en un hedonismo absoluto. Mi cuerpo es mi adicción. Porque mis manos transportan la sabiduría en cada gesto, sosegadamente, sin prisa, apurando el deseo, extendiendo el placer. El aire se escapa de mi boca en exhalaciones sonoras y jadeantes, conformando una melodía fascinadora. Los estimulantes dedos recorren, primero con lentitud, después el ritmo asciende gradualmente. Acarician, pellizcan, y siguen una rigurosa coreografía de movimientos extenuantes, mientras memorizan cada poro de mi piel. De la dulzura preliminar a la premura de los movimientos bruscos, en los que ha desaparecido cualquier indicio de cordura y pensamiento. Sólo instinto. Un lugar escondido, húmedo y cálido, celebra su impaciencia, convirtiéndola en ascendente excitación, provocando la liberación de emociones contenidas. Un seísmo sensorial que provoca la evasión definitiva. 



Microrrelato para "Los pájaros de mi cabeza", espacio que comparto con la ilustradora Lil Abi en el que se entremezclan arte y literatura. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario